destino
Una chispa es el fuego
se enciende
por mi punta el filo podría rebanar hasta
la luz
este filo está forjado para eso
en mi hoja
hecha para el reflejo
dos miradas están destinadas al duelo
a esquivar los golpes, los tajos
un salto enemigo
a moverse con destreza
cortar el aire para rasgar
el brazo en el brazo
del otro
dejar una marca
dibujar la cicatriz
poner a prueba al rival
saborearlo hasta
hacerlo caer
es mi destino en una piedra
está escrito
yo que soy
un espejo puedo atravesar la piel
dejar que se escurra todo lo que guarda
un cuerpo caliente para deslizarlo
por este frío
pero ella
otra vez es
ella
de nuevo quien me toma por el mango
madera en su mano
todos los roces a los que me abandono
son entre sus dedos
ampollas que todavía no revientan
y quizás no lo hagan nunca los cortes
son solo pedacitos
rebanadas, cubos
de una cebolla, un morrón
que arderán pronto en esa cacerola
patria corazón
son cinco las arterias tapadas
reza una niña todos los días
en la escuela
pide en la oración de la mañana
por su abuela y sus pequeños infartos no
entiende bien de la patria todo lo que ve
es ese corazón
más fuerte que la bandera y tan
endeble como ella lo que dice
la ven subir hasta lo alto
del mástil sus compañeros
asienten porque sí
la ven detenerse sin viento
sin forma
comprenden la gravedad
la palabra rezan con ella aunque no entiendan
cómo se explica el frío que viene
cómo se dice un cuerpo que se apaga
cómo se nombra a los pulsos eléctricos
cuando fallan
qué es lo que deberían saber de eso
no importa
un coro se abre en el patio de cuarto grado
son los niños que ruegan
sus voces finas llevan en andas
el rezo de la niña la cruz
de cristo dibujan
sobre su cuerpo
la señal
es temprano y al unísono pedimos por todo eso
lo que en algún momento se detendrá
para caer sobre nosotros
